Curiosidades

Descubriendo Museos Gastronómicos en España

27 de febrero, 2015

La idea clásica de viaje siempre la asociábamos alimentos y productos típicos de las zonas que visitábamos o atravesábamos: recordamos ahora aquellos mantecados que se vendían a pie de andén a los pasajeros de los trenes en la estación de Astorga (León), o los viajes por carretera y las paradas «obligatorias» para degustar (y también comprar para llevar) los «Miguelitos» de La Roda (Albacete), la sidra de Villaviciosa (Asturias), los chorizos de Motilla de Palancar (Cuenca), los vinos de Rueda (Valladolid), los «Nicanores» de Boñar (León) o las «Corbatas» de Unquera (en Cantabria), por enumerar sólo unos pocos de entre toda la amplia oferta nacional.

Frente a estas vivencias del pasado, que por supuesto deseamos pervivan por mucho tiempo, hoy vamos a hablaros del turismo culinario actual. Es un turismo con una «pátina de gourmet», un turismo que se ha «especializado», evolucionando hacia un viajero experto en materias concretas (carnes, mariscos, vinos… ¡o todo junto!) que gusta de conocer las zonas de origen de esos productos, e indagar más a fondo en los procesos de producción y elaboración de los alimentos o platos.

Ese interés creciente por la gastronomía que detectamos en la sociedad española actual, y que se pone de manifiesto en numerosos programas de televisión (tanto para pequeños como para adultos), revistas y webs especializadas, encuentros, jornadas y ferias, ha llevado a organismos, instituciones e incluso empresas privadas (destilerías, bodegas, etc.) a la creación de museos dedicados a la materia. Esta semana vamos a hacer un pequeño recorrido por algunos de los más importantes:

Museo del Queso Manchego, en Manzanares (Ciudad Real)

Emplazado en una típica casa solariega de finales del siglo XVII, nos ofrece un original recorrido apoyado en fotografías, audiovisuales y utensilios queseros y ganaderos, que destacan tanto la importancia histórica de la ganadería en esta región, como las características y procesos de elaboración de este queso, ya sea artesano o industrial.

Incluye una sala de catas para aprender a identificar y a degustar un Queso Manchego con Denominación de Origen, a través de los sentidos y de la información que se exhibe en esta estancia. La vista, el olfato, el gusto e incluso el tacto intervienen a la hora de realizar una cata.

A continuación podemos visitar la colección de reproducciones pictóricas y ejemplares literarios que nos muestran el protagonismo del queso en la historia del arte. Como no podía ser menos, el museo también cuenta con una tienda en donde comprar el auténtico queso manchego con denominación de origen y diferentes souvenirs.

Museo de la Cultura del Olivo, en Baeza (Jaén)

Creado en el año 1997, este museo es un auténtico templo del olivar y del aceite de oliva, el «oro líquido», como lo bautizó Homero. En él podremos sentir las raíces del olivo, el paisaje, la gastronomía, las costumbres populares y la arquitectura tradicional; todo gira alrededor al cultivo del olivar y a la elaboración del aceite de oliva.

Ubicado en un gran edificio del siglo XVII, en sus salas observaremos el funcionamiento de los antiguos sistemas de elaboración del aceite de oliva, desde el pisado tradicional de la aceituna hasta la llegada de las prensas de rueda y cadena. Conoceremos cómo se hacía la recolección, la butifuera, el trabajo con el esparto aplicado al olivar, la cocina con aceite de oliva, las calidades del aceite y sus usos para infinidad de productos cosméticos, etc. También se realizan catas de aceites para grupos, degustaciones y otras actividades relacionadas con el olivar.

Museo de la Naranja, en Burriana (Castellón)

Dedicado a conservar y dar a conocer la historia de la economía citrícola valenciana y española, este museo cuenta con seis salas donde se plantea un recorrido por la evolución histórica de la agricultura naranjera, el comercio, transporte y la publicidad de la industria de los derivados de los cítricos, en un período histórico que abarca desde finales del siglo XVIII hasta nuestros días.

El Archivo-Biblioteca cuenta con más de 6.000 documentos con una colección de más de 5.000 marcas naranjeras, más de 1.000 fotografías y numerosos ejemplares de papel de seda usados para envolver las naranjas.El recorrido finaliza en un huerto en el que los visitantes pueden coger y degustar naranjas del propio árbol.

Museo Provincial del Vino, en Peñafiel (Valladolid)

Ubicado en el famoso castillo de dicha localidad, lleva desde 1999 recibiendo una media de 100.000 visitas al año, cifras que han convertido a esta fortaleza en “lugar de peregrinación” para los amantes del turismo cultural y del enoturismo. Se encuentra ahora en pleno proceso de remodelación con la intención de ofrecer una experiencia inolvidable a sus visitantes, siguiendo las últimas tendencias museísticas basadas en contenidos audiovisuales de alto impacto (con proyecciones de 360º y sonido envolvente), animatrónica (figuras hiperrealistas con movimiento y de aspecto real) y, en general, interacción del visitante con los elementos de exposición.

El museo acoge diez espacios en los que se viajará por el mundo del vino, desde la tierra, pudiendo recorrer los tipos de suelos, de vid, las labores del viñedo, variedades, clima, enfermedades de la planta… Se continúa con el proceso de elaboración, desde la tradición a la modernidad, las tipologías de vinificación, los oficios vinculados al mundo del vino, las elaboraciones exclusivas, los sistemas de envejecimiento, la madera, las barricas, la cata (pudiendo realizar degustaciones de diversos caldos con la denominación de origen Ribera del Duero), los aromas y las curiosidades del vino.

Museo Vasco de la Gastronomía, en Llodio (Álava)

No descubrimos nada nuevo si decimos que País Vasco es sinónimo de buen comer y buen beber. Esto queda bien patente en este museo, por si alguien tenía dudas. Está instalado en Zubikoetxea, un noble caserón del siglo XIX con tres plantas rodeado de jardines, que también es la sede de la Academia Vasca de Gastronomía.

La cocina vasca de diferentes épocas y estilos, tanto en su vertiente doméstica como en la profesional, se muestra en este centro para todos los amantes de la gastronomía. Las salas recorren las distintas máquinas y utensilios de elaboración de cada momento, al lado de los profesionales (reposteros, cocineros y camareros) vestidos con la indumentaria típica. También aparecen representados los cocineros vascos más relevantes, el fenómeno de las sociedades gastronómicas y, cómo no, los míticos pintxos. Especialmente curiosa resulta la colección de cartas de restaurantes de todo el mundo.

Museo Gastronómico, en Segovia

El Museo Gastronómico de Segovia se encuentra situado en un emplazamiento privilegiado, en pleno casco histórico de la ciudad. Ofrece a sus visitantes la posibilidad de conocer la riqueza gastronómica de esta localidad y provincia, a través de la exposición de útiles propios para su desarrollo, curiosidades, información audiovisual y paneles explicativos distribuidos en dos plantas, una de acceso principal y otra en cueva de marcada construcción romana que traslada al visitante a dicha época.

Aquí podremos ver, degustar y oler algunos de los productos gastronómicos más conocidos de la provincia de Segovia. Además hay hueco para conocer la historia del cochinillo, el cordero asado, los judiones de La Granja o el ponche, entre otros muchos productos de menos fama pero de igual calidad. Completando el recorrido, se nos ofrece la posibilidad de degustar y adquirir productos gastronómicos y souvenirs en su tienda.

Museo Gastronomico Segovia
© Museo Gastronómico de Segovia

Museo del Anís y Museo del Mantecado, en Rute (Córdoba)

El primero fue creado en 1993 por iniciativa de la empresa Destilerías Duende. El objetivo era el estudio y la recuperación de la tradición de los anisados en esta localidad cordobesa, así como para dar a conocer sus aspectos etnográficos, y potenciar también la promoción turística de esta comarca y en especial del anís.

Museo del Anís de Rute (Destilerías Duende)
© Museo del Anís de Rute (Destilerías Duende)

El recorrido incluye la sala de alambiques, la de maceración y las bodegas donde se nos muestran los orígenes y evolución de los anisados aguardientes de Rute hasta la actualidad.

Degustacion Museo del Anís de Rute
© Museo del Anís de Rute (Destilerías Duende)

El visitante puede contemplar alambiques, tinajas, botellas, documentos, fotografías y troqueles de imprenta de antiguas etiquetas, entre otras curiosidades.

tienda Museo del Anís de Rute
© Museo del Anís de Rute (Destilerías Duende)

El segundo exhibe una única y exclusiva colección de obras realizadas íntegramente en azúcar: más de treinta piezas de considerable tamaño que incluyen reproducciones de monumentos de Andalucía, el Castillo de Euro Disney o la Basílica de San Pedro.

A estos monumentos se suman figuras a tamaño natural de la Duquesa de Alba o de pintores, como Picasso o Dalí, además de cuadros (El Guernica, la Paloma de la Paz de Picasso, Campo de Girasoles, etc..), carteles publicitarios o una reproducción de la copa del mundo de fútbol, todo hecho de azúcar.

Volveremos al pasado disfrutando con la recreación de una antigua fábrica de mantecados y paseando entre utensilios y maquinaria antigua, recetarios de pastelería, embalajes de madera y corcho, para rematar la visita con una degustación gratuita y adquisición de productos en la tienda.

Museo Gastronómico, en Barcelona

Inaugurado en 2014 y muy próximo a la Sagrada Familia, tiene como objetivo mostrar la cultura gastronómica de Cataluña y de la cocina mediterránea, y profundizar en los productos alimenticios autóctonos más emblemáticos y característicos: el menú tradicional catalán, las cervezas artesanas, el vermut, los cavas y el maridaje de vinos con quesos y embutidos.

El espacio propone un recorrido con 15 ambientes temáticos para cada categoría de productos, desde aceites, vinos o chocolates hasta embutidos, anchoas o frutos secos, entre otros. Paneles visuales en tres idiomas, mapas y fotografías explican el proceso de elaboración, el origen de los ingredientes, su historia, fiestas asociadas y formas de consumo de los diferentes productos.

La oferta se complementa con una zona de degustación y actividades donde se pueden probar los productos de la exposición. Una de las particularidades de este museo es que el visitante podrá probar y comprar en la tienda todo aquello que está expuesto.

Museo del Cava de Canals Canals, en Castellví de Rosanes (Barcelona)

Está catalogado como el mejor museo privado de toda Cataluña dedicado al mundo del cava. En él podremos conocer detalladamente la historia y la cultura relacionada con los productos vinícolas, donde vino y cava se conjugan para proporcionar una jornada entretenida e instructiva.

El museo incluye tres áreas: la sala de la agricultura, la del vidrio y finalmente la enológica, destacando las prensas que se utilizaban desde el siglo XVII al siglo XIX, la primera maquinaria utilizada a nivel industrial en la elaboración del cava en 1875, y también, la colección especial de copas de cristal de Murano que datan del siglo XIX y XX. Además de la visita a las cavas y el museo, el visitante podrá disfrutar de una cata comentada de Cavas Reserva y Gran reserva, además de llevarse una botella Brut Nature Gran Selección numerada de regalo.

Museo de la Cerveza, en Madrid

Para 2016, la capital de España contará con su primer museo de la cerveza, iniciativa del grupo Mahou/San Miguel y que se emplazará en el Palacio del Duque del Infantado, un caserón del siglo XVIII en el castizo barrio de La Latina.

En este espacio convivirán tradición e innovación cervecera. Los visitantes podrán contemplar de cerca el proceso natural de elaboración de la cerveza y degustar los productos de Mahou/San Miguel en las sesiones de cata. También incluirá una zona interactiva destinada a la realización de actividades culturales y de ocio, y un laboratorio donde se investigarán nuevas líneas de desarrollo de producto y donde se pondrán en marcha proyectos de innovación gastronómica.

Además, será un lugar donde la compañía comparta con los madrileños y turistas su patrimonio histórico,( desde documentos, utensilios, botellas o automóviles de reparto hasta una valiosa colección de fotografía costumbrista del Madrid del siglo XIX).

Esperamos que esta selección de museos os anime a realizar alguna que otra escapada en los meses venideros, incluso estas vacaciones de Semana Santa. Aunque seguro que habrá algunos museos más cuya existencia desconocemos, os animamos a que si los descubrís nos lo comuniquéis a nuestra página de Facebook ERGO Seguros de Viaje y, entre todos, escribiremos una segunda parte de este artículo. ¡Que aproveche!