Islandia no es un destino cualquiera. Es un lugar que parece sacado de otro mundo, donde los volcanes conviven con glaciares, las cascadas brotan a cada paso y la tierra literalmente respira. Aquí, la naturaleza manda. Y eso es precisamente lo que hace tan especial a este destino.
Si estás buscando lugares que te dejen con la boca abierta, que te hagan sentir pequeño ante la grandeza de la tierra, y donde cada kilómetro sea una aventura, Islandia te espera. En esta guía te contamos qué ver y hacer en este increíble país, cómo moverte, cuándo ir, qué tener en cuenta en términos de salud y seguridad, y por qué es importante llevar un buen seguro de viaje. ¡Abróchate el cinturón, que empezamos!
Reykjavík y la energía del norte
Reykjavík, la capital más septentrional del mundo, es pequeña pero con mucha personalidad. Colorida, moderna, creativa… y con un ambientazo en sus cafés y bares. Es la base perfecta para explorar los alrededores, relajarte en una terma urbana o visitar el impresionante Museo Perlan con vistas panorámicas de la ciudad.
Aunque es un destino seguro, no olvides que Islandia es uno de los países con el coste de vida más alto de Europa. Si surge un problema de salud o tienes que visitar un centro médico, puede salirte caro. Por eso, incluso viajando por Europa, un buen seguro de viaje con cobertura médica te ahorra sustos y gastos inesperados.
El Círculo Dorado: tres paradas que te dejarán sin palabras
Es la ruta más popular de Islandia, y con razón. A solo un par de horas de Reykjavík puedes ver el Parque Nacional Þingvellir, donde literalmente se separan las placas tectónicas de Europa y América; el geiser Strokkur, que lanza agua caliente cada pocos minutos; y la imponente cascada Gullfoss, que parece tragarse el río entero.
Al ser una excursión bastante accesible, es ideal para viajeros que no quieren (o no pueden) recorrer toda la isla. Eso sí, el terreno volcánico y las condiciones climáticas cambiantes hacen que sea fundamental ir bien equipado y contar con un seguro que incluya asistencia en ruta o accidentes. Nunca está de más ir con respaldo.
La Costa Sur: cascadas, playas negras y glaciares
Si tienes un par de días más, lánzate a explorar la costa sur. Aquí te esperan lugares tan impresionantes como la cascada Seljalandsfoss (que puedes rodear por detrás), Skógafoss, la playa de arena negra de Reynisfjara o el glaciar Sólheimajökull, que puedes recorrer con crampones y guía.
Muchas de estas actividades implican cierto riesgo: caminar sobre hielo, acercarte a acantilados, conducir por carreteras solitarias… Por eso, es muy importante tener un seguro que cubra actividades al aire libre y accidentes, incluso si viajas con experiencia.
Laguna glaciar Jökulsárlón: hielo en movimiento
Este es uno de los paisajes más surrealistas de Islandia: una laguna donde flotan enormes bloques de hielo desprendidos del glaciar. Puedes recorrerla en barco, caminar por la cercana Diamond Beach, donde los trozos de hielo se mezclan con la arena negra, o simplemente sentarte a observar. Es naturaleza en estado puro.
La zona está alejada de los grandes núcleos urbanos, así que cualquier incidente médico o problema logístico puede implicar un desplazamiento largo y costoso. Aquí es donde un seguro con repatriación o asistencia avanzada cobra verdadero sentido. Mejor tenerlo… y no necesitarlo.

¿Cuál es la mejor época para viajar a Islandia?
Islandia se puede visitar todo el año, pero cada estación tiene su propio encanto:
- Verano (junio-agosto): días eternos, rutas abiertas, clima más amable. Ideal para recorrer la isla entera.
- Invierno (noviembre-marzo): frío y nieve, pero también temporada de auroras boreales.
- Primavera y otoño: precios más bajos, menos turistas, clima impredecible pero paisajes igualmente espectaculares.
Eso sí, el tiempo en Islandia cambia muy rápido, y puedes pasar del sol a una ventisca en cuestión de minutos. Vayas cuando vayas, lleva ropa técnica, impermeable y por capas… y viaja con un buen seguro por si el clima te obliga a cambiar planes.
¿Cómo es la sanidad en Islandia?
Islandia tiene un sistema sanitario excelente, pero los servicios pueden estar muy concentrados en ciertas zonas. Fuera de Reykjavík, los centros médicos son más escasos y los desplazamientos largos.
Aunque como ciudadano europeo puedes recibir atención médica con la Tarjeta Sanitaria Europea, esta no cubre todo: ni los rescates, ni ciertos medicamentos, ni una repatriación si la situación es grave. Por eso se recomienda complementar la TSE con un seguro de viaje para Islandia que cubra asistencia, accidentes, hospitalización y repatriación.
Recomendaciones para tu viaje a Islandia
Islandia es un país seguro, limpio y muy respetuoso con la naturaleza. Pero también tiene particularidades que es bueno tener en cuenta:
- Conduce con precaución: las carreteras secundarias pueden estar sin asfaltar o cerradas en invierno. Y los vientos laterales son fuertes.
- Respeta la naturaleza: no salgas de los caminos marcados, no trepes por formaciones rocosas y no te acerques demasiado a los bordes de acantilados.
- Consulta el clima a diario: usa apps oficiales para estar al tanto de cierres de rutas o alertas.
- Lleva siempre comida y agua si vas a conducir fuera de núcleos urbanos: los servicios no abundan.
- Reserva alojamiento con antelación, sobre todo en verano. La oferta es limitada y los precios suben rápido.

¿Cómo llegar y moverse por Islandia?
Para llegar a Islandia desde España hay vuelos directos desde Madrid y Barcelona hasta Keflavík, el principal aeropuerto internacional del país, situado a unos 45 minutos de Reykjavík, aunque según la aerolínea podrías tener que hacer escala en otras ciudades europeas.
En cuanto a la movilidad dentro del país:
- Coche de alquiler: la forma más libre de explorar Islandia. Eso sí, necesitarás GPS, seguro para el vehículo y buena preparación.
- Autocaravanas: cada vez más populares, ideales para viajar a tu ritmo (aunque solo en temporada sin nieve).
- Excursiones organizadas: perfectas si no quieres conducir, especialmente para visitas de un día desde Reykjavík.
- Autobuses interurbanos: existen, pero no son tan frecuentes ni prácticos si quieres ver muchas cosas.
¿Qué moneda se usa?
La moneda oficial es la corona islandesa (ISK). Puedes cambiar en el aeropuerto o en bancos, pero lo más habitual es pagar con tarjeta en prácticamente todos los sitios, incluso en pequeños puestos de carretera. Si eres de utilizar tarjeta de crédito, no cambies grandes cantidades de dinero.
¿Qué enchufes se usan?
En Islandia se usan enchufes tipo F, los mismos que en España, y el voltaje es de 230V. No necesitarás adaptador si vienes desde Europa.
En conclusión, Islandia es una aventura. Un viaje donde el viento, el hielo y el fuego conviven en armonía. Pero también es un destino salvaje, caro y exigente en lo logístico. Por eso, además de tu cámara y tu chaqueta impermeable, no olvides incluir en tu mochila lo más importante: un buen seguro de viaje.
Porque en un país donde el clima cambia sin previo aviso, donde puedes estar a horas del hospital más cercano o tener que regresar antes de tiempo, viajar protegido no es un extra… es una necesidad. ¡Feliz viaje a Islandia!